miércoles, 12 de noviembre de 2014

GRACIAS POR DARME, AMOR, TU AIROSA FLECHA.

GRACIAS POR DARME, AMOR, TU AIROSA FLECHA.

Gracias por darme, Amor, tu airosa flecha
que me ensangrienta en horas ya de ocaso:
lapso en que al corazón ronda el misterio
con su respiración de leopardo...

Tiempo y conocimiento no menguaron
mi intrepidez, mecida entre relámpagos.
La intemperie es mi patria, no el sosiego.
Amo la intensidad, no lo que dura.

Y gracias por Preciosa. Hallé en sus ojos
al enigma enfrentado en el espejo:
si hay que morir, que sea enamorado.

Desde que hundí mi rostro entre sus senos
nostalgia apenas soy de su tersura,
nunca más voluntad ni pensamiento.

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